En nuevo encuentro del ciclo de charlas de la UCR Mendoza realizado en Lavalle, el director de Salud Mental, Manuel Vilapriño, abordó la temática, ante vecinos y militantes del departamento.
El comité de la UCR Lavalle fue el punto de encuentro de una nueva jornada de análisis sobre la gestión de Gobierno. En esta oportunidad, y en el marco del ciclo de charlas que lleva adelante la UCR Mendoza junto a la JR, se expuso sobre salud mental, la situación en Mendoza, los objetivos a futuro y los cambios de paradigma a los que se apunta para enfrentar esta problemática.
La charla estuvo a cargo del director de Salud Mental de la provincia, Manuel Vilapriño, quien estuvo acompañado por el presidente del Comité Provincia, Andrés Lombardi, la titular de la JR, Florencia Lima, y quien preside la UCR Lavalle, Walter González.
Lombardi, hizo referencia al trabajo realizado durante todo el año “en las distintas instancias de este ciclo de charlas en las que hemos abordado distintos temas, mostrando cómo Mendoza está ejecutando las políticas públicas, diversificando su matriz productiva y construyendo un futuro mejor para todos”.
Hay que animarse a hablar de enfermedades mentales, sin estigma
El disparador de la charla dada por Vilapriño, fue el concepto de que “hay que animarse a hablar de enfermedades mentales, sin estigma. No es hablar de locura o insania, es hablar de salud mental”.
Con causas biológicas y también desde el punto de vista psicológico-social-ambiental que se combinan para generar una alteración determinada que lleva a síntomas, este aspecto de la salud integral de la persona debe ser tratado como tal. “Si yo lo transfiero a hablar de diabetes, de hipertensión, de cáncer, es lo mismo. Es predisposición genética individual con factores o con determinantes psicológicos-sociales-ambientales”, indicó el médico psiquiatra. La diferencia radica, “en que el órgano de choque, por una mera cuestión de suerte, funciona así, es el cerebro”.
“Uno de los grandes desafíos es actuar” en estos tres factores, “que hoy sabemos que no solamente influyen para que se desencadenen enfermedades o trastornos sino también para que lo que no estaba tan aumentado aumente mucho más”, afirmó.
Un estudio realizado por instituciones argentinas junto a la Universidad de Harvard, determinó en 2017 una prevalencia de enfermedades mentales de Argentina. “Entre 25% a 30% de la población con algún tipo de problemática en salud mental, alto, altísimo. Y dentro de eso, 5% al 8% de la población con cuadros depresivos y más o menos 12% al 18% de la población con trastornos de ansiedad”, reveló.
“Esos datos ya son altos, porque estamos hablando de depresión, problemas de ansiedad, de trastornos de ansiedad, y dentro de eso, pánico, fobias. Cuando escuchan hablar de trastorno bipolar, están escuchando hablar de cuadros que, como les digo, tienen la misma base que las demás enfermedades y que muchos de ellos pueden recurrir en el tiempo y que hoy sabemos que cursan con fenómenos inflamatorios. Hoy se sabe que en la depresión, en la base, existen mecanismos inflamatorios como pasa en la enfermedad autoinmune”, explicó el profesional.
De allí la importancia de “no tener miedo de hablar de salud mental, porque la sociedad estigmatiza y es algo equivocado. Hay algunas enfermedades o situaciones más graves que otras, pero el 99% de las personas, con el tiempo se recuperan”, acotó.
En esa línea, dijo que eso que en 2017 se veía de determinada manera, con la pandemia se agudizó. “Cuando nos encerraron para preparar un sistema que no existía, porque el sistema de salud no podía dar respuestas a nivel nacional”, esta situación “se empezó a cronificar” porque el estrés, si bien en el corto plazo puede ser bueno por la liberación de hormonas, “excesivo en el tiempo no hace bien. Y a ese estrés crónico se le sumo el agudo porque se empezó a morir gente y los cuadros pasaron a duplicarse o triplicarse” en 2021.
Vilapriño, valoró cómo se aborda desde el Gobierno de la provincia esta problemática porque “de estos problemas se habla, porque lo peor que se puede hacer es no hablar”. De hecho, explicó, “uno de los aspectos fundamentales que trabajamos a nivel preventivo en suicidio es que se habla, se expresan las emociones, decimos lo que nos pasa, buscamos la escucha. Hoy está demostrado que del 60 al 80% de las personas que se van a suicidar lo dicen. ¿Vieron que existe un mito de que el que se va a matar no lo dice? No es real. Lo dice de diferentes formas, no siempre nos lo van a decir abiertamente, pero lo van a decir”.
A nivel mundial y en la Argentina también, “se tendió a mejor no escuchar esto, porque no lo entendíamos. Hoy se entiende porque se ve”, dijo, a lo que sumó como ejemplo la cantidad de personas que acuden a la guardia del hospital Central con urgencias de salud mental. “30, 40% de las urgencias son de salud mental”, un problema que lo que hizo la pandemia “fue mostrarlo”.
“Durante décadas no nos animamos a hablar de esto y no lo creímos tan grave”, por eso ahora el objetivo es adoptar políticas distintas “y transformar lo que es salud mental en política de Estado. Que no es sencillo, pero es a lo que debemos tender”, subrayó.
En esa línea, expresó que “salimos a actuar sobre atención primaria formando o capacitando en mayor medida a los médicos de familia, no para que hagan de especialistas en psiquiatría, pero sí para que resuelvan situaciones que les competen, pero que antes no lo hacían”.
Este es “problema estructural. Pero acá venimos funcionando mejor que muchas otras provincias. Resta muchísimo por hacer. La buena noticia es que se visibiliza, se ve.
Todo el gobierno, los legisladores, hablan de salud mental. Antes el tema no tenía peso, antes pensar que en el Central se pueda internar en salud mental era imposible. Hoy se hace y hay guardias. Tenemos que aprovechar la oportunidad. Estamos viendo cómo trabajar en territorio. La clave no es trabajar solo cuando la persona llega sufriendo, hay que trabajar en territorio”, sostuvo.
“Es un cambio de paradigma, para que la escucha y la palabra sean más que el silencio. Los resultados van a verse de a poco porque son estructurales, pero vamos en ese camino”, aseguró.