El economista, historiador y escritor dio detalles de su libro El planisferio invertido, donde habla de la vida y obra del referente radical
El economista, historiador y autor Pablo Gerchunoff presentó en Mendoza su libro «Raúl Alfonsín. El planisferio invertido«.
Por eso, en Maipú, Tadeo García Zalazar ofició de anfitrión y destacó «la importancia de la obra en el actual contexto político argentino, que adquiere también una relevancia para nuestro frente a nivel nacional (Juntos por el Cambio)».
Además, el presidente del radicalismo mendocino adelantó que analiza «la gestión, accionar político y conducta como dirigente político argentino de una gran presencia» del líder radical y primer presidente de la etapa democrática iniciada en 1983.
De esta manera, el diálogo tuvo como guía las preguntas de Jaime Correas, periodista y ex director general de escuelas, y la titular de la Juventud provincial Juana Allende.
A partir de allí, se desprendieron conceptos claves de la construcción del libro, el porqué de la vigencia de Alfonsín, su vida, obra, visión política y legado.
Igualmente, su gestión después de la dictadura militar con todo lo que eso implicaba y el futuro posible para Argentina.
También se sumaron a la charla de la Escuela de Formación Política de Cambia Mendoza el vicegobernador Mario Abed, el senador nacional Alfredo Cornejo, las diputadas nacionales Pamela Verasay y Jimena Latorre, los intendentes de Guaymallén, Marcelino Iglesias y Walther Marcolini, de General Alvear.
Así como el presidente de la Cámara de Diputados de Mendoza, Andrés Lombardi; Mario Isgró y Ana María Nadal, titulares de los ministerios de Planificación e Infraestructura y Salud, Desarrollo Social y Deportes, respectivamente, entre otras autoridades.
La razón de la vigencia de Alfonsín
El escritor reflexionó acerca de la presencia y la actualidad que tiene la figura del ex presidente, aún casi 39 años después del inicio de su gestión y de los problemas económicos con los que tuvo que lidiar en ese entonces.
Siguiendo ese hilo, enfatizó: “Recuperamos a Alfonsín en dos aspectos fundamentales, como líder ético y porque fue un arquitecto de las instituciones”.
Y remarcó que “tiene vigencia porque es un liderazgo ético potente y, a veces me da impresión, de que lo es cada día más y en un momento donde nos preguntamos si no hay cierto agrietamiento en ese sentido”.
Por último, analizó que “la experiencia en materia económica estuvo muy signada por el hecho de que la heredó de una dictadura no solo sangrienta, sino fallida en materia económica. Quebrada, endeudada y al momento de llegar Alfonsín al Gobierno, con un 360% de inflación anual”.
Comprender antes que juzgar
Respecto a la esencia del libro, Gerchunoff lo calificó de “ensayo biográfico”, porque “toma puntos críticos de la vida de Alfonsín, trata de anudarlos y de escribir el sentido de una vida de un hombre público”.
De hecho, explicó que para lograr su cometido “tenía que alejarme todo lo que pudiera del afecto personal que tengo por él, porque si me dejaba ganar por eso no lo hubiera podido escribir”.
“Quería bajarlo del pedestal en el que estaba y convertirlo en un ser humano con sus virtudes, aciertos y errores y eso me hizo sufrir muchísimo”, evaluó.
Dos momentos claves
Por otro lado, Gerchunoff señaló “dos momentos que construyen el sentido de la vida de Alfonsín en la Nación”.
Primero, indicó “a la arquitectura de la democracia en un momento de incertidumbre, él no sabía el día que llegó a la Quinta de Olivos si iba a durar diez días, un mes, seis, uno o dos años. Y nadie lo sabía. En eso hay un reconocimiento multipartidario, multi ideológico, de consenso”.
El segundo, en tanto, “es la Reforma constitucional de 1994”, a través de la firma del Pacto de Olivos con el entonces presidente Carlos Menem.
El historiador dijo que fue una “modernización” porque gracias a eso se “obtuvo la segunda vuelta electoral, la ampliación de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, el tercer senador (para la minoría), entre otras cosas”.
Una reforma que, según el autor, gracias a la “astucia institucional de Alfonsín”, “construyó dos presidencias (De la Rúa y Macri) y le dio al sistema político un nivel de competitividad que no tenía”.
El Alfonsín escritor y lector
Al mismo tiempo, Gerchunoff elogió el costado intelectual del Alfonsín y opinó que “leyó y escribió como ningún otro hombre político en la historia argentina de la democracia de masas, desde 1916 en adelante. Solo compitiendo con Arturo Frondizi”.
Asimismo, recapituló que fue autor de numerosos libros y artículos “con una hermosa prosa” y con el objetivo de “convencer, persuadir y, como hacemos muchos escritores, para convencernos a nosotros mismos”.
La oportunidad de hoy
Finalmente, el economista consideró que ve “una situación extraordinariamente difícil en Argentina”.
De la misma manera, comentó que “cuando los economistas decimos que hay que modificar los precios relativos para acercarnos a un plan de estabilización, lo que estamos diciendo es que hay que ajustar las tarifas públicas, depreciar la moneda y tener un tipo de cambio real más competitivo”.
Sin embargo, puntualizó que “lo hacemos en un momento donde atravesamos la experiencia de un gobierno peronista que no pudo recuperar los salarios reales. Esto no pasó nunca y es lo que algunos llaman populismo sin billetera”, dijo.
Entonces, en esa «travesía del desierto» es fundamental tener “la sensibilidad política para construir el programa de la coalición que casi seguramente va gobernar”.