La Reforma Universitaria marcó y definió para siempre las banderas que levantamos aquellos que militamos la educación pública. Es allí donde nacen principios como la excelencia académica, gratuidad, autonomía y cogobierno, entre otros.
Desvincular el concepto de autonomía del de cogobierno o autogobierno es imposible: el primero es el principio que surgió del movimiento estudiantil a principios del siglo pasado y, el segundo, es la estructura de gobierno propuesta para garantizar la autonomía, mediante un sistema democrático propio, conformado por representantes de toda la comunidad académica a través de sus elecciones.
El 9 de junio la Universidad Nacional de Cuyo tuvo sus elecciones, y a través de ella sus miembros, docentes, graduados, estudiantes y no docentes eligieron a sus representantes en todos los órganos de gobierno. Previamente la Universidad estableció reglas de juego que debían tenerse en cuenta para esta elección y que todos aprobaron.
Hoy, quienes perdieron la elección, desconocen el resultado y las reglas de juego mientras buscan afuera de la Universidad lo que no consiguieron en las urnas, incluso antes que la misma Casa de Estudios informe oficialmente el resultado del escrutinio definitivo. Esta actitud antidemocrática lesiona severamente el principio de autonomía universitaria garantizado desde hace 104 años.
Desde la Unión Cívica Radical siempre hemos sostenido para el gobierno de la universidad los principios de la Reforma Universitaria, a los cuales adherimos con la convicción más absoluta de su constante e histórica vigencia.
La UNCuyo ya eligió y esperamos que TODOS, incluso aquellos que no saben perder, respeten la voluntad de quienes ya eligieron y la decisión que tomó el Consejo Superior que es el máximo y legitimo órgano de Gobierno de la Universidad.