Comunicado de Marcelino Iglesias: “El ladrón cree que todos son de su condición”

Aquellos que conviven con naturalidad con la arbitrariedad, defendiendo las insólitas medidas del Gobierno nacional y justificando todos y cada uno de los desatinos de este, no sorprende que ahora se hagan eco de una falsa denuncia, en su solo afán de igualar para abajo.

El diputado Ilardo, habitual denunciante de imaginarios errores en el Gobierno provincial, es de aquellos que saben mirar la paja en el ojo ajeno, sin ver nunca la viga en el propio.

En este caso, se montan en una falsa y calumniosa versión generada por personas que han sido descubiertas robando, denunciadas por funcionarios municipales, aportando las pruebas a la Justicia y cesanteadas por el Municipio en resguardo del patrimonio público.

Todo el procedimiento fue correctamente realizado y las pruebas son contundentes. Luego de la sanción administrativa, el Municipio realizó la denuncia contra los predadores del patrimonio municipal en la Justicia.

Ninguna vinculación existe en lo denunciado en un artículo periodístico, carente de toda lógica e ilación. Solo la imaginación fecunda de los ladrones que encontraron alguien que les reprodujera su desatinada versión.

Pero no es extraño este accionar en el diputado Ilardo y los concejales Pozzoli y Aparicio: su defensa irrestricta de la condenada vicepresidenta de la Nación habla por sí sola de sus posturas y de la forma en que naturalizan quedarse con lo ajeno. Seguramente Ilardo, Pozzoli y Aparicio defienden a la principal responsable del ilícito por una cuestión partidaria, como es la conocida militancia justicialista de la señora Romero.

Ni los hechos denunciados por los citados se compadecen con la realidad, ni siquiera los tiempos se corresponden. Pero ya sabemos que cuando un kirchnerista quiere embarrar a un adversario no repara en medios. Es el famoso «relato» que le dicen.

El diputado Ilardo, defensor de la candidatura de Luis Lobos, al punto de compartir la boleta electoral durante la elección de junio de 2015, nunca vio nada irregular en el proceder de su compañero de andanzas y militancia. Tampoco se hizo eco de las múltiples denuncias que existían por doquier y que fueron llegando a la Justicia. Jamás reprochó el proceder de Lobos cuando ya era evidente ante la sociedad y ni siquiera, cuando la Justicia lo condenó, dijo esta boca es mía.

Entendemos la desesperación del kirchnerismo por su pésima imagen ante la sociedad. Comprendemos que están desesperados por tener alguna chance en Guaymallén, pero saben que la gente ya no come vidrio, como dijo su compañera y correligionaria Fernanda Vallejos. Por eso, y en la proximidad de un nuevo proceso electoral, apelan a la calumnia y a la mentira más falaz.

Sería bueno que recordaran una frase que utilizaba mucho el fundador de su movimiento y que decía que «la única verdad es la realidad».

 

Marcelino Iglesias – Intendente de Guaymallén

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